Plantas silvestres bioindicadoras.
Desde que empecé el período de conversión del olivar a ecológico llevo un registro de las plantas silvestres que crecen de forma espontánea en el olivar. Creo que es una forma de medir la salud del ecosistema, ya que la diversidad de especies de la cubierta vegetal es un signo importante de la salud de la parcela. Según crezcan unas plantas u otras pueden indicarnos carencias del suelo, si ha habido abuso de herbicidas o las condiciones climatológicas que hemos tenido. A esto se le suele llamar plantas bioindicadoras. Si por ejemplo el tereno está nitrificado, con contenidos altos de nitrógeno, suelen salir especies como la ortiga, que es gran consumidora de este elemento. Un caso típico contrario, cuando hay falta de nitrógeno en suelos pobres, es el crecimiento de plantas de la familia de las leguminosas como por ejemplo los tréboles (Medicago spp.), ya que fijan el nitrógeno atmosférico al suelo mediante unos nódulos (unas bolitas blancas que se ven a simple vista) que tienen en las raíces y realizan una acción simbiótica con la planta. Suelen ser bacterias del género rhizobium, absorben el nitrógeno atmosférico y lo ponen a disposición del vegetal.
Si el suelo está muy compactado debido al uso del arado y al paso de maquinaria pesada como tractores suelen crecer plantas de la familia de las crucíferas o brasicáceas, es decir, rábanos silvestres como el jaramago que penetran el suelo con sus profundas raíces para hacer un "arado" natural y descompactar el terreno. Cuando estas raíces se descompongan dejarán carriles subterráneos de materia orgánica que al tener menor densidad que el suelo compactado darán espacio para que éste se airee y expanda. En mi caso también tengo gran cantidad de la hierba invasora conyza, esta nos indica que ha habido gran abuso de herbicidas en el pasado, ya que tiene bastante resistencia a éste y tras arrasar el glifosato con todas las especies suele campar a sus anchas el comúnmente llamado "pinito". Con sus miles y miles de semillas que se esparcen con el viento mediante propágulos invaden la parcela. Curiosamente esta invasora originaria del norte de América no soporta la competencia de otras hierbas cerca, y al cesar el uso de herbicida suele tener problemas para desarrollarse a gusto ya que como cualquier especie se establezca cerca suya ya tiene problemas para crecer.
Plantas silvestres vistas en el olivar. Campiña sevillana, verano de 2023.
Marrubio (Marrubium vulgare)
Es perenne (no tiene un ciclo anual) y está en nuestro olivar durante todo el año en varias localizaciones fijas, además se está expandiendo ya que cuando realizamos el desbroce selectivo favorecemos las especies que nos interesan como esta y cortamos las que no, que son las invasoras como la conyza. Además en este caso se propaga con bastante facilidad con el viento, dejamos alguna planta en la linde y ya la tenemos por una zona bastante amplia del olivar.
Como bioindicadora le suelen gustar los suelos nitrogenados ya que requiere suelos fértiles.
Tiene unas hojas peludas, que recuerdan a algunas mentas, no tiene mucha altura, se desarrolla arbustivamente con una base amplia.
Es una planta muy aromática, me recuerda a la menta con un toque cítrico y es amarga. Tiene un perfil organoléptico muy interesante para aromatizar bebidas fermentadas, sodas silvestres o cervezas ancenstrales.
Se ha usado tradicionalmente como remedio para resfriados, vías respiratorias y la tos. Se puede tomaren infusiones e incluso he visto al gran fermentista y recolector silvestre Pascal Baudar hacer caramelos para la tos con esta planta.
Zanahoria silvestre (Daucus carota).
Es el origen de la zanahoria domesticada que conocemos. Es de la familia de las umbelíferas (por la forma de paragüas que tiene su flor) a la que también pertenecen el hinojo, el apio o el perejil.
Es comestible la planta al completo, hojas, flores semillas y raíz. Es perenne, aunque hay épocas en que se seca su parte aérea para rebrotar después. Es típica en bordes de caminos y zonas sin cultivar. Es de gran ayuda para el ecosistema, su amplio paragüas floral atrae a múltiples insectos depredadores beneficiosos para nuestro olivar.
Hinojo silvestre (Foeniculum vulgare)
Otra planta de la familia de las umbelíferas, al igual que la zanahoria. Una planta aromática mediterránea, es bastane común verla aquí en Sevilla en cunetas, bordes de caminos y zonas sin cultivar. Es perenne, ahora en verano está en floración, cuando semille se secará su parte aérea pero debajo de tierra tiene un bulbo que la hace muy resistente a la sequía y al corte ya que con las primeras lluvias de otoño volverá a rebrotar con fuerza.
Son muy conocidos su multitud de usos culinarios, aquí es típico su empleo en las recetas de caracoles y aceitunas. Sus flores también se comen y la semilla cuando aún está verde son una auténtica delicia, como pequeños caramelos anisados que explotan en tu boca. Sus semillas secas también soy muy aromáticas y se pueden tomar en infusión o como condimento para guisos.
Menta silvestre. (Mentha suaveolens)
Vaya sorpresa encontrarme con esta especie en el olivar. Ha aparecido debajo de un olivo tras años sin el uso de herbicidas. Es la típica menta, parecida a la que aquí llamamos yerbagüena, pero ésta tiene unas hojas con pequeños pelos de textura aterciopelada. Impresionante aroma, con un sabor excelente y múltiples usos, tanto en postres como en recetas saladas, para aromatizar bebidas fermentadas o como infusión. Se reproduce por rizomas, se propaga bajo tierra por lo que es resistente a cortes.
También tiene múltiples propiedades medicinales, sienta muy bien en infusión para el sistema digestivo.
Lechuga silvestre (Lactuca serriola)
Es el origen de la lechuga domesticada. Esta variedad tiene las hojas aserradas y tiene pinchos. Sus hojas jóvenes son comestibles, cuando madura se vuelve muy dura y amarga, y también algo tóxica debido a sus propiedades medicinales. Si se rompen los tallos tiene un látex con propiedades que, entre otros efectos, puede inducir el sueño.
Suele coger bastante altura como ahora en verano que está subida en fase de floración y tienen entre 1,5 y 2 metros.
Olivardilla (Dittrichia graveolens).
Ha sido una primavera muy seca, sólo hemos tenido leves lluvias a final de la estación, en la primera mitad de junio. Y ya veníamos de un invierno también muy corto de lluvias. Esto ha provocado que haya una cubierta vegetal escasa, pero hay especies que se han defendido muy bien con el calor como es el caso de esta.
Es una planta que aparece en primavera, suele haber por la finca pero este año se ha propagado de una manera espectacular, sus semillas viajan por vía aérea. Impresionante su capacidad par aguantar la sequía. Es una planta mediterránea, tiene un toque aromático, y sus tallos y ramas se terminan endureciendo formando una maraña de pasto cuando se seca. Tiene unas pequeñas flores amarillas. Recuerda a la olivarda (la planta que comenté en mi anterior entrada del blog sobre la mosca del olivo) por sus similares flores y aroma, de ahí imagino que viene su nombre común.
Heliotropo (Heliotropium europaeum)
Es un clásico en nuestro olivar ya que en verano siempre aparece. Es de la familia de las boragináceas. Planta de ciclo anual, tiene propiedades medicinales como tantas que son consideradas "malas hierbas" y son arrasadas por el glifosato. Probablemente algo de resistencia a éste tenga porque ha sobrevivido con fuerza a la época en que en este olivar se abusaba de glifosatos. Es tremendamente común aquí en la zona de la campiña sevillana en bordes de caminos y zonas cultivadas.
Conyza (Conyza canadensis)
Como he dicho anteriormente esta planta es resistente al glifosato, si hay mucha indica que en el pasado se ha abusado de herbicidas. Es invasora originaria del norte de América, hago hincapié en ella con mi desbroce selectivo. Es muy difícil de eliminar ya que genera muchísimas semillas que se expanden con el aire. Además tiene poder de rebrotar continuamente. Aparece siempre en verano y resiste muy bien a la sequía.